Friday, October 08, 2010

Sala de espera



¿Quien no espera? Todos esperamos. A veces sin darnos cuenta. Esperamos para cruzar la calle. Esperamos para el semaforo, la cajera del banco, el turno del doctor, en el aeropuerto, en la cafeteria, en el cine, en el restaurante, en el museo, en el amor. Y vivimos entre toda esta espera. Hasta para el café instantaneo hay que esperar. Nada resulta sin la pauta entre el primer momento del deseo o anhelo hasta la realizacion del mismo. Esperamos entre el nacimiento y el fallecimiento, y despues otros esperaron antes de nacer y despues de fallecer. Esperar no es un mito, ni ficcion. Esperar dura mas para los impacientes, y con facilidad para los que tienen paciencia. En la mayoria de los sitios de espera hay una sala de espera, que puede consistir en unas silla o muebles bien incomodos. Hay salas de espera de puro espacio abierto, donde uno espera de pie. Esperar es el paso del tiempo que nos gasta sin darnos cuenta, como el fluyo del agua de rio en las fundaciones del puente.



Esperar no es lo mismo que un pasatiempos, uno se divierte con el ultimo. Las plantas, arboles, frutas, y arrugas crecen durante la espera. Esperar se puede relacionar a la esperanza, a los que aguantan en silencio las largas noches de lluvia, hambre, frio, soledad, melancolia. Esperanza es fe, esperar es un acto visible.



Para una vida completa es mejor darse cuenta de cada componente, lo bueno, lo feo, lo barato y la sala de espera. Aquella sala de espera puede ser el sitio que nos recuperamos del corre-corre, del apuro, de la vida rapida y acelerada. Nos sirve para tomar una pauta, recuperar el aliento, decelerar el latido del corazon y el pulso sanguineo.



La sala de espera puede ser tan simple cuatro paredes pintadas, disenada por un arquitecto, o unas cuerdas donde la gente se para en el mismo orden que llegaron. Sala de espera despues de mucho tiempo puede convocar caos, o si es breve, una rara algarabia de haber salido rapido de la misma espera. Para algo se espera, a la causa del efecto, para resultados, y en eso consiste el hecho de la espera. O sea, por mas mundano que parezca, o insignificante que se sienta en el momento, se trata de resultados, buenos o malos, o para la misma continuidad de la vida cotidiana.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, en la biblioteca publica de Baldwin, sabado, octubre 2, 2010, mientras esperando en la sala de espera.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home