Tuesday, January 08, 2013

CUARTILLA – ENERO 2013



Supongo que los fines de año traen melancolía con la acumulación de recuerdos, memorias, eventos, noticias, etc. En el año entrante, 2013, voy a cumplir medio siglo de vida. No sé que se supone debo sentir; si mas achacoso, mas critico o cínico de la vida, o más tranquilo o apaciguado, como que nada me importa. Tenía planeado, y puede que todavía se cumpla, un viaje a la ciudad de mí natalicio, Santa Fe De Bogotá, Colombia.



Hace unos veinte años fui viajando como nómada, con una mochila y un libro guía, Lonely Planet, que contenía información básica y vital de las mayores ciudades de cualquier país. Fui con una mochila y sin agenda, por varias ciudades de Costa Rica, Honduras, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador. Si aclaro que no emprendí el recorrido por estos países en una sola visita, sino meses aparte, siempre regresando para seguir trabajando y acumulando un poco de dinero para amortiguar el costo de estos viajes.



Para emprender estos viajes por sitios desconocidos se requiere un poco de atrevimiento, osadía, estupidez, y al mismo tiempo, ignorancia de infante, para no percatarse de peligros o riesgos. También se requiere una buena condición física, una columna vertebral bien fuerte, un buen par de zapatos y ser adaptable a costumbres, clima, gente, comida, música, etc. Hay que tener una mente bien abierta y flexible a revisar planes al instante.



He tenido la curiosidad de emprender el camino de Santiago de Compostela, desde Francia hasta el final. Pero por lo que se llama “parálisis por análisis”, donde uno piensa demasiado cada detalle hasta que uno queda agobiado con tanta información y termina hacienda nada sino mirar a la pantalla del monitor como lo estoy haciendo en este mismo instante.



Eso si, tengo el pasaporte vigente y con una tarjeta de crédito, en cualquier momento, de un solo impulso, tomar una decisión improvisada, emprender un vuelo con rumbo indefinido, dejar toda maldita y adictiva tecnología hacia detrás y vivir siento cada latido del corazón, e inhalando el aire limpio como se debe hacer en un día soleado.



Cincuenta años y contando. Sino fuera por algunas fotos en blanco y negro, no tendría alguna recolección de donde estuve, qué vestía, cómo me parecía. Obviamente ninguna ciudad se recuerda de sus ciudadanos, por más cívicos que sean, y ninguna ciudad reciproca aquel fervor donde uno llama a la ciudad como suya. Una patada por detrás y te vas por donde vienes. !!!Oh mi patria querida, que me vio nacer, ni siquiera se recuerda de mi, ni yo de ella, con lo tanto que ha cambiado!!!!



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, diciembre 28, 2012, en Baldwin Public Library.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home