Wednesday, July 20, 2011

O T R A V E Z



Clases sociales. Indio. Mestizos. Blanco. Negro. Esclavo. Mulato. Criollo. Comunero. El virrey. Las colonias. Los conquistadores. La Santa iglesia. Sangre sucia. Sangre azul. Sangre pura. Sangre noble. Antonio Nariño. Simón Bolívar. Santa Fe. La Nueva Granada. Subversivos. Rifles. Impuestos, Dadivas. Sirvientes. Y más.



¿Y qué recuerdo de todos los años en la escuela primaria? Nada, absolutamente, nada. Tengo la memoria hecha todo un vacío, ni siquiera polvo. ¿Y porqué menciono todos estos temas? Siempre he entendido el que no sabe sobre la historia, esta previsto a repetir los mismos errores. Y todos los días, entiendo un poco mas como la historia a través el viaje de los tiempos, se repite.



Todo lo que esta sucediendo hoy en día en el medio oriente, se ha vivido antes en sus propios países, nuestros países, y reciclamos la sangre como que si regresa con la marea y la corriente de la vida.



Bien fácil pudiera hacer búsquedas en el Internet, depender que los filtros y algoritmos, pongan en su orden los temas de interés. Si decido buscar, digamos a Simón Bolívar, o Antonio Nariño, o la historia de la Nueva Granada, que encontraré. ¿Qué aprenderé? Volverá a pasar los pensamiento a través las ondas del cerebro para que se borren por medio del peso del olvido. ¿Porqué somos tan brutos, tan burros, para repetir los mismos errores del ayer, a pesar que todo lo sucedido ha tenido testigos y ha quedado grabado y escrito en los anales de la historia mundial?



¿Acaso se tiene que tener revoluciones cada cierto tiempo cuando la complacencia o la opresión no nos da otra alternativa? ¿Acaso el balance siempre tiene que co-existir, entre el bien y el mal, el opresor y el oprimido, el justo y el injusto? ¿Acaso uno no puede encenderse sin gasolina y fósforos? ¿Cuántos sesos más se tendrán que reventar hasta que la humanidad diga, ya basta, ya es suficiente, ya no se puede más? ¿Cuántos litros de sangre se tendrá que derramar sobre las calles para que uno no se ahogue del odio?



No soy idealista, pero si pragmático (aunque antes si era idealista, pero uno aprende). Fácil para mi de abrir la boca y quejarme sin acaparar ninguna consecuencia. Al igual que un rapero que denuncia a la policía teniendo millones de dólares y admiradores apoyándolo económicamente para nunca más volver a trabajar. Fácil denunciar a los Husseins, Castros, Qaddafis, Mugabes desde el cómodo sofá mirando al televisor de alta definición y con el estomago lleno de grasa y manteca. ¿Qué se puede hacer? Muchos hablamos a oídos cerrados. Muchos sentimos para los que ya no tienen piel. ¿Será que muchos andarán con callos en el corazón y el dolor es tan solo una flor marchitada?



Pregunto demasiado. Pregunto y busco respuestas. Ando tanteando, para ver si salgo de la neblina, y a veces tropiezo con lo inesperado. La historia se repite, incluso hasta lo que todavía no se ha escrito y se puede tan solo cambiar el nombre de los importantes personajes del momento.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, mayo 13, 2011, en Baldwin Public Library.

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