Al azar, desordenado, sin estructura, tamaño.
Nada concreto o especifico. Nada ambiguo o vago.
El si por si, no por no, nada con cada.
Sin principio, medio o final. Tiempo en estado vacacional, vocacional.
Nada forzado, nada forjado. Nada por pulir o brillar.
Ni estancado en el lodo o libre de fricción para rodar.
Rueda, llanta o llanto – libre de cualquier género y generalidad.
Me tiemblan los músculos faciales sin estar nervioso o preocupado.
Ni cabizbajo o lleno de falso orgullo. Ni tímido o arrogante o prepotente.
Conforme en la inconformidad; inconforme con el conforme.
Verso suelto de un perdido soneto; poesía libre de liebres y fiebres.
¿Qué me importa la apatía cuando la apatía me molesta?
Envidio a la envidia por ser egoísta en su envidia y si no fuera la envidia que me empuja a superarme, entonces que tiene de malo la envidia si todos mejoramos al mismo tiempo.
El que no quiere chismes, que no guarde secretos, y el que guarda secretos invente chismes fáciles de recordar como una verdad mentirosa.
Garabatos de tinta en un papel en blanco; al margen del titular del periódico. Un garabato en una foto que se parezca a un bigote o una barba y orejas de burros, para pasar el día riéndose cuando todos toman la seriedad en serio y no mofan el garabato.
Garabatos en la pared como un niño que toma un lápiz por primera vez y le llama libertad a su expresión.
Garabatos que rompen la monotonía y que no dicen nada al ojo ajeno.
Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Agosto 11, 2011, en Baldwin Public Library.
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