Saturday, November 13, 2010

S a s t r e

Tela. Listo. Hilo. Listo. Sastre. No. Costurero. Tampoco. Simplemente, poeta de hilo y tela, tanto por cocer, tanto por explorar y el mundo todavía sigue girando. Tantas vueltas y no me mareo, ni siquiera por la marea bella de la costa Atlántica. ¿Por donde empiezo – será por los clásicos, los modernos, lo corriente, la graffiti de la calle, los anuncios de impostores y vendedores ambulantes? Buscaré la inspiración detrás el arte de la pintura: abstracto, cubismo, dada, nada. ¿Detrás de un garabato infantil? ¿Lo encontraré detrás la euforia de la adrenalina, de la victoria, la derrota? ¿Un empate que nada inspira? ¿Lo encontraré en el enfrentamiento contra otros poetas, cara a cara, o mejor dicho, pantalla a pantalla?

Por todas partes que los ojos atraviesan, toda superficie material, y hasta lo cósmico y espiritual; hay redención en todo lo que se puede, como un agricultor, cosechar para cultivar en buena temporada cuando la inspiración se derrocha como las caídas o las cataratas en la naturaleza. Soy hombre y animal; soy hombre-animal. Cuando pienso tomo pauta y reacciono, cuando reacciono sin pensar, soy tan simplemente una bestia común.

No todos en los tiempos presente van cabizbajos de la tristeza. Por todas partes la gente ambula y camina las veredas sin fijarse por donde van, tan solo por poner atención a una bobada que se llama correo electrónico, o un detalle parpadeando con su ojo intermitente. Todos no van cabizbajos, pero al mismo tiempo, no son felices con sus aparatitos de moda electrónica. No son felices ni con todas las compras de todo lo más reciente, la última versión de lo último; más veloz, más información, aun cuando el contenido del mensaje permanece tan vacío como un dulce suspiro. Todo lo dulce empalaga, y de vez en cuando se necesita agua para satisfacer esa sed intelectual. Cualquier persona ajena a los avances tecnológicos en los últimos se quedaría tan perpleja por todos estos aparatos que ocupan nuestras manos, nuestras mentes, nuestro tiempo. ¿Cuántas veces he visto en los parques a un niñ@ reclamando a su padre/madre: mírame, mírame, tan solo para recibir un gruño de respuesta? Aquellos mismos niñ@s algún día en el futuro les responderá con la misma frialdad apática. No consideren esto un reclamo a los que le cabe esta etiqueta, tan simplemente una observación de una persona que se da cuenta de estos intercambios (im)personales.

Sastre. Costurero. ¿Dónde está el zapatero enmendador? Acaso será de comprar, usar y después botar a la basura. ¿Ya no han crecido demasiado nuestras montañas de basura y desperdicio? ¿Ya no hemos empezado a rellenar el fondo del mar con basura? ¿Se han dado cuenta de que tan basura más consiste en el envase que del propio contenido? ¡!!Tanto cartón, tanto plástico!!! Las únicas personas que sobrevivirán en el futuro serán los que laboran con sus manos: carpintero, plomero, jornalero. ¿Y yo, de qué sobreviviré, un torpe ingeniero, un poeta idiota con su escaso vocabulario y conocimiento? Sé barrer, trapear, lavar. Hay que inventar dijo el inventor, y hay que escribir se le dice al escritor. La vigencia de uno consiste en marcar el presente con las escrituras y marcar el territorio como animal que marca su árbol.

Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, 13 de Noviembre de 2010, en Baldwin Public Library

0 Comments:

Post a Comment

<< Home