Saturday, December 04, 2010

Pintura fresca

Espera a que la pintura se seque antes de tocar la superficie. A menos, que a propósito, quieras hacer una mancha como parte de la escena. Cada madrugada es pintura fresca, todos los colores, todas las posibilidades, todas las oportunidades, se presenta en su infinita profundidad. Todo esto se podrá clasificar como fe en que algo nuevo suceda, para cada viviente: el alegre, el triste, el pesimista, el decaído, el ensimismado y los inmencionables.

Cada mañana antes que sol rompa la superficie horizontal, cada uno de nosotros, respiramos; el corazón late por su propia cuenta. La tierra gira como que nos quiere traer la iluminación a nuestros pies. No tenemos que hacer ningún esfuerzo, tan solo esperando, viene la verdad de la luz a nosotros. Será por eso que días nublados y grises me quitan el ánimo que necesito para mantener ese mismo vigor. Los científicos dirán que se llama falta de vitamina D; yo digo que es falta de vitamina solar. Yo no pudiera vivir en mundo oscuro, como esos que se ven en películas fu turística, como The Matrix. No importaría tener todas las ventajas tecnológicas sino no tengo la luz del sol.

Se que en unos países cerca del polo norte tienen temporadas donde el sol no sale por varios días, varios meses. Todo en exceso sobra, y tampoco soportaría un día iluminado por veinte y cuatro horas. Trataría de dormir con todas las cortinas bien apretadas al marco de la ventana, pero en mi mente sabría que afuera, aun siendo la medianoche, que el sol brilla a todo resplandor. Todo a su medida, los doces meses del año, cuatro estaciones = cuatro temporadas, todo con su principio, transición y final. Cuando se acaba el verano, que acabe por bien, que caigan las hojas de los árboles como los grados del termómetro.

Cada pintor con su cuadro, cada pintor con su tema, cada pintor con sus colores, cada pintor con su brocha y pincel. Cada pintor con su estilo y originalidad. Todos podemos despertarnos al mismo tiempo, pero no sentimos o interpretamos cada mañana de la misma forma. Cada uno de nosotros somos los pintores de nuestras vidas, compuesta de momentos alegres, tristes, de conflictos, resoluciones (medias, completas o inconclusas), metas y tormentas.

Lo fácil de seguir adelante es dejar al destino encargarse de todo. Ningún plan podrá cambiar el camino del sol y agua, todo se abrirá a su tiempo y todo se recalcará con pintura fresca.

Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Diciembre 4, 2010, en Baldwin Public Library.

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