Wednesday, December 19, 2012

Más balas que arroz!! Quien quiere más pruebas de las que se encuentran en los titulares del periódico. Y si no compran o leen el periódico, vean las calles y veredas manchadas de rojo, cuerpos acribillados, familias de luto, gente cabizbajos – el terror azota desde las edades oscuras, y permanecemos en lo mismo. Por ahí escuche: no son las balas que matan, sino la gente que usa alas pistolas. La maldad usaría cualquier instrumento para imponer su estructura de caos y dolor. A qué les faltan unos tornillos en la cabeza, o que crecieron sin papá, o que son pobres, o que son desequilibrados mentalmente, etc.




¡!Pow, pow, pow, bam!! Sangre por aquí y sangre por allá. Sangre es sangre, sangre es roja, sangre fluye en las calles del vecindario. ¿De qué hablamos – un ajuste de cuentas, venganza, poderío? Cómo va desde un punto de desacuerdo, hierve los humores, compras or robas una pistola, y ahí estas: juez, jurado y Verdugo. ¿Cuánta gente andará alrededor nuestras vidas que son bombas de tiempo, y que no vemos la pólvora antes de la explosión? Acaso estamos ciegos, sordos y mudos a estas personas, o suponemos que perro que ladra no muerde.



¿Cuál es la solución: meter a cualquiera en la cárcel, si ya no hay espacio para el resto de los sentenciados? No crean que escribo esta cuartilla como una reacción a lo sucedido hoy en Connecticut – esto va más atrás del uso de la conciencia. Hay un dicho popular: el que vive del plomo, muere del plomo. ¿Y que tal todos esta gente que simplemente seguía la rutina de su vida? ¿Qué tal toda esta gente que se cruza en la trayectoria de la bala?



Ya vivimos en un país con demasiadas regulaciones, leyes, ordenanzas, y no creo que más de lo mismo es la solución para erradicar o minimizar el uso de pistolas, legales e ilegales. Truenan los defensores de la constitución que uno debe y puede portar armas para defenderse, como en los días de los vaqueros e indios. Seguro que habrá lugares en este país donde uno debe portar un arma para protegerse, cuando el brazo largo de la ley no llega a tiempo. Con mucha seguridad, puedo decir que nunca he tirado la gatilla de una pistola, ni de broma o de práctica de puntería a unas latas vacías.



En otros sitios del mundo, donde la violencia se genera y el orden se mantiene según tiene la pistola más grande. En Siria no entiendo como el presidente Assad piensa lograr, no solamente matando a gente civil, sino literalmente destrozando la infraestructura del entero país. Supongamos que Assad logre “limpiar” a su país del enemigo – ¿en qué construirá las bases de su nueva sociedad? En una fundación de arena sin cemento?



Más balas que arroz – gracias National Rifle Association por existir, seguro que ustedes tendrán una Buena explicación para el incidente hoy en Connecticut.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, en Baldwin Public Library, diciembre 14, 2012 – otra vez: sálvese quien pueda!!!



Wednesday, December 12, 2012

Noticia apta a imprimir

Por muchos años la gente siempre me pregunta porqué no escribo mis poemas en inglés. Aunque no les respondo directamente, la verdadera razón es que no quiero que se burlen de mis versos o pensamientos. Además, salen del horno dentro mi cerebro en español, y no quiero diluir el mensaje por medio de una traducción artificial, que bien pudiera hacerlo si me daría las ganas. La pereza gana esa batalla. Una de las cosas que siempre termino por hacer es censurar mis propios pensamientos, no por ofensivos, sino por estúpidos o básicos. Con el periódico matutino New York Times tengo una relación de amor-odio, pero creo que es más por su contenido que su mensaje. Cansado estoy de la violencia, la cual es discernida por los mismos editores para mejorar la venta general.




En la última semana, el New York Times publicó dos artículos que provocaron una reacción de mi parte (usualmente me importa un comino las noticias, por mas trágicas que sean – llámalo apatía, o ya demasiado golpeado en los sesos para sentir algo): El primer articulo trataba que los menores latinos en las escuelas anglosajonas necesitan leer cuentos, historias con mas personajes latinos. Las opiniones habían a favor y en contra. No le veo ningún beneficio si no hacer notar más las diferencias en los mismos estudiantes, que en primer lugar no percatan. Envié unos comentarios para su página web, los cuales los administradores del New York Times tienen que leer antes de permitir cualquier postulación. Bueno, el periódico que claramente tiene el slogan “All the news fit to print”, o sea, “Todas las noticias aptas a la publicación”. Parece que mis opiniones sobre el artículo no llegaron a ver la luz del día. Quizás mis comentarios no fueron aptas para la audiencia, que en sí había mucha gente que tuvo la misma reacción que yo. Quizás habrá sido el tono de mis palabras, y eso que no usé ninguna mala palabra.



Este domingo en la revista semanal del New York Times había un señor que escribe de ética, y una de las preguntas enviadas al escritor trataba si una persona ética debe ir a un establecimiento comercial si sabe que trabajan inmigrantes “ilegales”. Bueno, en primer lugar me chocó como el señor respondió escribiendo que los ilegales cogen los trabajos de los anglosajones. Le quise corregir que los tal llamados “ilegales” ocupan (y no cogen) los empleos que nadie quiere por la paga baja. Por consiguiente, los “ilegales”, con lo poco que ganan, tienen que dormir “diez en un cuarto” para poder ahorrar un poco de dinero y también enviar a sus queridos unas remesas. El tema de los jornaleros en este país no es nada nuevo. Los jornaleros han existido en el bajo Manhattan desde los primero días cuando se establecían los italianos, irlandeses, judíos, etc., después de los británicos y holandeses. Incluso en esa entonces, los jornaleros vivían en condiciones inhumanas. Le quise escribir al señor que si quiere pagar más por su tajada de pizza, taza de café, hamburguesa, o servicios domésticos, que venga y pague más, pero ningún comerciante sobreviviría.



El estimado periódico no tiene ningún problema en atacar o burlarse de la iglesia católica. Tampoco tiene ningún problema en postular todos los domingos los matrimonios, en especial parejas del mismo sexo, dando datos de cómo se conocieron, edad, profesión, quienes son los padres (que tienen que estar aterrados si son conservativos). Tuve una gran rabieta con el periódico que reservando tanta información para hundir al, al ahora ex-, presidente Jorge Arbusto = George Bush, antes de invadir a Irak, que no lo hizo, lo que me dejó perplejo al no atacar al partido republicano cuando ellos favorecen a la ideología liberal. A pesar de todas sus imperfecciones, todas las madrugadas leo el periódico, porque la basura que publica el cochino de Rupert Murdoch es intolerable (véase foto de pobre hombre antes de ser atropellado por un tren).



No creo que Shakespeare escribió – traducir o no traducir: esa es la pregunta que postulo.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, diciembre 11, 2012, en Baldwin Public Library, unas noches antes del fin supuesto fin del mundo – sálvese quien pueda.



Friday, December 07, 2012

M o s c a




¿Cuántas veces no he escuchado la expresión, “Me gustaría ser una mosca para (usted inserta el resto”? En mi oficina, que consiste de una media ventana, una puerta pesada de madera, y dos paredes de pintura blanca pálida, vi una mosca quieta, colocada en buena posición de espía. ¿Quien será aquella persona que en otra vida previa dijo que quería ser mosca, para ver a, entre todas las personas interesantes del mundo, a mi? Yo que me paso la gran mayoría del día en la oficina lidiando con arquitectos y contratistas incompetentes, sea por teléfono o por cadenas de emails.

No se cuantos ojos tiene una mosca, pero son mas de los que tengo que usar con lentes para ver bien. ¿Qué habrá de interés para aquella mosca? Hasta el desperdicio en el tacho consiste en papeles y nada orgánico que le sirva para llenar su panza. ¿Será de lo aburrido que soy se habrá quedado dormida en la pared? ¿Será que viendo el horror monótono se habrá quedado momificada? ¿se preguntara la mosca: yo di mi vida como ser humano para terminar como una mosca de pared y ni siquiera gozar de comida podrida, tan solo para permanecer encerrada en una oficina que bajo otra lupa se clasificaría como una cárcel?

Sigo buscando a la mosca que se habrá mudado a otro espacio dentro de la oficina y le advierto que enrollaría el periódico para darle una buena aplastada. Pero no la molesto, con tal que no se me acerque a la vista o los oídos. Supongo que la mosca se quejara del aseo que existe en los baños modernos, donde aparatos te limpian adelante y atrás, y te secan con aire, en vez de usar papel higiénico. No se si la mosca preferiría estar radicando junto a una tubería abierta de desagüe, que de por medio de su trompa bebe y come a su antojo las 24 horas del día y tiene la posibilidad de reventar su barriga. Se me cruzó en la mente si hay moscas doctores que les diga a sus pacientes: para de ir al inodoro de la Señora Hermelinda, límpiate las patas antes de metértelas en trompa y bebe virus líquido de la cazuela de bacalao antes de las nueve de la mañana y llámame al día siguiente.

Pobre mosca no busca la notoriedad, como el dueño de la pizzería que se quejó de que todo lo que uno dice y hace ahora se postula en Facebook. Le dije que por mi cuenta no tengo un solo amigo para tener cuenta en Facebook o Twitter, así que su secreto o conversación se quedará en la catacumba. Lamento hacer la conexión entre todas las malas noticias que leo y las moscas que nos empañan la vista de lo bello que si existe entre nosotros, si tan solo hacemos el intento de ignorar el zumbido en los oídos.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, diciembre 7, 2012

Monday, December 03, 2012

Manhattan, Rector Street




Como no voy a Manhattan todos los días, tomar el tren desde Long Island, en si se convierte en una experiencia, una aventura, una novedad. Tomo el tren desde Rockville Centre hasta Penn Station (Calle 34) y de ahí, tomo el tren # 1 hasta Rector Street, el bajo Manhattan. Para la gran mayoría de usuarios, esta rutina cansa y toma un peaje en el ánimo, espíritu y cuerpo. Lo entiendo, lo recuerdo, cuando todos los días, como una rata, una sardina, tomaba el subterráneo de Queens hasta Manhattan para asistir a los cursos universitarios de Hunter College y después City College. El ruido ensordecedor del tren lo hundía escuchando en los audífonos al grupo de heavy metal, Judas Priest (cuando no sabia que Rob Halford, el cantante, era gay), o la música industrial del grupo Ministry o Skinny Puppy.



En esta mañana particular iba hacia Manhattan para asistir a una conferencia de ingenieros y arquitectos. No me importaba ir de pie en el vagón repleto de cuerpos. Insisto, porque no lo tomo el tren todos los días al trabajo, entonces tenia la energía necesaria para escurrir cualquier molestia o inconveniencia, como los olores extraños que provienen de las tuberías, o la falta de asientos o espacio para estar parado. No estoy acostumbrado a la gran presencia de policía y guardia militar en las estaciones del tren, me trae recuerdos de la infancia en Guayaquil cuando los militares estaban encargados del poder político. No me inspira tanta seguridad cuando soy más alto o más grande que los mismos policías supuestos a mantener el orden cívico.



Caminando en Penn Station, voy a un paso menos acelerado que el resto del mundo, porque voy en plan de búho, turista, montubio, mirón y curioso. Alimento mis ojos con todo lo que veo a mis alrededores, los colores y olores, la gente de las naciones unidas, al orden y desorden, la arquitectura y locura, al joven soñador y el viejo resignado, al inmigrante trabajador y el nativo arrogante, las luces de neón y los carteles escritos a manos, al músico bohemio. Me chocó ver a los sanos jóvenes hippies pidiendo limosnas en frente de la Iglesia de La Trinidad en el bajo Manhattan, en vez de ganarse la buena voluntad de la gente, ayudando a los damnificados por el reciente huracán Sandy. El parque Zuccotti, donde hace un año atrás, el movimiento Occupy Wall Street estaba más vacio que la mente de un adicto al internet.



Fascinado quedé mirando en las cimas de los edificios altos, a obreros y trabajadores, que parecían hormigas desde mi punto de vista, arriesgando sus vidas en labores de mantenimiento y reparación. Me pregunté que se necesita aprender para llegar a empinar edificios tan altos que rascan la barriga de las nubes.



En la tarde, de regreso a mi cueva en Long Island, tomé el tren y estuve rodeado de zombis, gente agotada, sin sangre o latido en el corazón, con los ojos vacios, que seguían órdenes prescritas en algún almanaque de la vida, que seguían instrucciones de un poder mayor e invisible. En cambio, toda esta experiencia, la cual he abreviado en esta cuartilla, me ha envigorado, de regresar a captar mas. Manhattan es una mina de inspiración, la musa del artista, la fuente de la creatividad.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, en el Baldwin Public Library, diciembre 2, 2012

Mark Sanchez - Please quit

Mark Sanchez of the NY Jets.
Please quit playing football.
It's not for you.