Tuesday, December 28, 2010

Cachivache de Ideas


A uno le pagan según el tamaño de la audiencia. Aquella audiencia puede estar presente, en vivo, o bien cómodos, en el confort de sus muebles acolchonados y con aire acondicionado (según la posición en el hemisferio y la temporada del año). Toda persona relacionada al mundo del deporte, espectáculo, escándalo; toda persona que logre captivar el interés en cualquier actividad, con tal que se llene de tinta los titulares, o las letras en pantallas televisivas, o ahora en el nuevo medio del Internet. Millones de euros, dólares, se le pagan a estas celebridades y todo por ser entretenedores (nada que ver con encontrar cosas entre tenedores de la mesa puesta).


Yo ando bien retrasado en lo que va de los progresos tecnológicos. ¿Por qué no me preocupa estar al día de la ciencia médica, filosófica, científica, poética, etc.? Será por que como loro repito la crítica de los que todos andan comenta, o será por que en mi mundo diminuto solamente veo a diario todas las propagandas de los aparatos tecnológicos. A veces me doy en la cabeza por ser bruto, con conocimiento limitado, y me ahogo en pensar de que hay tanto por aprender que detengo cualquier posibilidad en tomar una aventura en el aprendizaje de interés.


Yo sé que no estoy envuelto en el hobby de escribir poesía para atraer multitudes de lectores, aunque si admito, que me gustaría ser leído y comentado. Fácil pudiera caer en la receta de escribir temas provocativos, tratando de “vacas sagradas” de la sociedad, del gobierno, de las instituciones respetadas, pero no tengo motivación alguna para tomar ese camino.


Me interesa tomar excursiones dentro del pensamiento cerebral; repasar lo que fue, lo que es, y lo que será. Experimentar con ideas, con el orden y desorden de palabras en una oración, por ejemplo usando tres sujetos predilectos: café, periódico y sala: (1) Tomo café mientras leo el periódico en la sala; (2) Tomo periódico mientras leo el café en la sala; (3) Tomo sala mientras la sala lee el periódico. No se, ideas locas, el desorden en orden. Si un pintor puede deformar figuras, caras, escenas, lo mismo puedo yo modificar y alterar el orden de las palabras. Incluso creo que a veces no lo hago a propósito cuando “invento” palabras del ingles creyendo que existen en español y después cuando verifico con el diccionario de la RAE, me doy cuenta del “error”. Si pudiera escribir poesía deformada como Picasso, Miró, Kahlo, y el pintor español con los bigotes cuyo nombre se me pierde dentro los alambres desconectados de mi cerebro, ¿qué saldría en el papel? ¿Quién lo entendería y leería? ¡Que desastre el incremento de memorias que se me pierden en la cueva de la cabeza, es alarmante!!! Obviamente toda esta experimentación literaria carecería de audiencias y seguiría en el camino de la bancarrota y sueños desarreglados. ¿Si un árbol cae en el bosque y nadie lo vio o escuchó, cayó de verdad el árbol? De igual manera, ¿si un poeta escribió un poema y nadie leyó el poema habrá vivido el poema? Cada loco con su tema y su manicomio; me voy con mi música por otro lado, como decía mi tía-abuela.


Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, diciembre 23, 2010, en Baldwin Public Library.

Thursday, December 23, 2010

Dia de Misa

El otro día estuve estacionado fuera de la iglesia Sagrado Corazón, en Island Park, Long Island. La misa de la 8 a.m. empezó y todavía corría gente para la iglesia. Lo que era particular de esto es que fue día de semana. Según el catequismo, el domingo y días religiosos son de obligación. Me sorprendió cuantas personas, de varias edades acuden a la misa entre semana. Si uno que se considera católico observante, le cuesta con tan solo ir los domingos. Corría la gente minutos mas tarde, ya será durante la primera o segunda lectura de la misa. Muchos sacerdotes toleran a los que llegan tarde, pero usualmente se molestan durante el sermón (aunque en día de semana, la mayoría de los sacerdotes tan solo dicen unas pocas palabras, y se acabó). Yo le llamo la misa “express”, por su breve duración. Quizás cuando aproxime la tercera edad acudiré con mas fervor, pero entiendo que es cuestión de fervor personal, y no por algún dictamen de la iglesia.




Las iglesias se han modernizado mucho desde los días que acompañaba a mi tía-abuela en Guayaquil, Ecuador. El interior de la iglesia era oscuro, las bancas duras y arrodillarse sin almohadillas era mas que penitencia por pecados leves. Daba miedo ir al confesionario y contarle al sacerdote todos los pecados que había cometido durante la semana. Sentía que por obligación a los diez mandamientos de confesarme todos los domingos. No sabía que todos pecábamos con la mente tan solo mirando. ¿Qué comprendía yo de estas cosas, en algún aspecto, banalidades de la gente? Observaba al piel de la letra todo lo que se me inculcó; fui muy respetuoso con los adultos y nunca los miraba directamente a los ojos.



Y toda esta gente que va a las iglesias, templos, sinagogas, mezquitas, y lo que sea, para orar. Si orar fuera oro, todos serían multimillonarios. Orar es la raíz de llorar, y lo escribo por rimar no más, no para insultar o insinuar algo más de lo que es o no es. Hablar o escribir de religión causa fricción, crea enemistades, y en muchos casos empieza guerras y no treguas. No soy defensor ni acusador de la religión. Si creo en un ser supremo, creador de todo lo visible e invisible, quien nos ha soltado las riendas para que nosotros mismos seamos responsables de nuestras acciones e inacciones. Creo en la bondad y generosidad de la gente, tan bien, como en lo contrario, la maldad y mezquindad. No todo puede ser bueno sin mal, y viceversa. Siempre habrá durante diferentes tiempos de la vida, desequilibrio entre el bien y el mal. Cuando a uno le sobre bondad, es tiempo de compartir, ayudar, extender la mano. Cuando la maldad nos abrume, mantener firme el compás hacia la luz de la justicia. A veces me siento mal cuando todo me va bien, y me siento conforme cuando estoy miserable porque estoy en compañía con muchos.



Cabe notar que estoy sentado al lado de una señora jamaiquina en la sala de computadoras, y no puedo evitar ver que esta escribiendo su curriculum vitae, buscando empleo. No escribe sesenta palabras por minutos, y lo hace con muchas fallas gramáticas - ¿qué le digo? De lo que alcanzo a leer, ella es asistente a enferma, y no les pagan bien. ¿Qué cobrará – unos ocho a diez dólares la hora? Eso no llega lejos. Yo he vivido en propia piel esos momentos de desempleo y quisiera ayudarla, pero tampoco quiero entremeterme para no ofenderla. ¿Llegaré tarde cuando ella dé su sermón?



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, diciembre 17, 2010, en Baldwin Public Library.

Friday, December 17, 2010

Década Cero Cero


Buenos días, buenas noches. Feliz año nuevo. Feliz milenio nuevo. Feliz década nueva. Goodbye. 10, 9, 8, ...3, 2, 1. Champaña, 12 uvas, 12 monedas, pan de pascua, turrón, besos, abrazos. Adiós a todo eso. Falta un poco más de dos semanas para el inicio de la segunda década del segundo milenio. Repasando la primera década que va por expirar, ¿qué podemos concluir que hemos resuelto? ¿Qué se puede decir que hemos mejorado en la humanidad, en las ramas científicas, médicas, tecnológicas, sociales, ambientales? Un paso adelante, uno atrás para tomar impulso, va a dicho.


¿Escuchamos mejor y hablamos menos? ¿Escribimos más y leemos menos? Siguiendo los principios de Charles Darwin y la evolución de los animales, el animal racional dentro unas generaciones tendrán los dedos pulgares más grandes desarrollados y agiles para el continuo uso de esa maquinita, Blackberry, o cualquiera que sea su marca mañana, Cereza Negra. Cara de libro no es Facebook para el que quiera traducir de las ingles al español, señor, cara de bobo.
Propongo más acción y menos dicción, lo que en el caso de los escritores, la acción de escribir no se puede comparar con la de un jornalero fajándose el lomo todos los días. Más acción y menos pretextos. Menos sillas, asientos, bancas, hamacas, y más movimiento del corazón, por favor. La noche y la muerte son para descansar y recuperarnos. Dejemos una marca permanente para los que vengan después que la historia del hombre moderno fue una de avances concretos, definidos por eventos concretos; no reciclando lo que fue sino lo que parece improbable.


La tradición guayaquileña de prender con gasolina o kerosín a un maniquí de ropa vieja, colmada de aserrín o periódicos, camaretas y petardos, para despedir al año, no la he visto por igual en otra ciudad. Despide un adiós al año viejo; mejor dicho, lárgate. Lárgate del calendario de una vez. Disculpen, por el momento perdí la paciencia. Se va la década de los ceros, y no porque nada sucedió. Pero, ¿para qué repetirlo, cuando cada uno de nosotros somos los historiadores o relatadores de las vivencias, a nuestro modo, con lagrimas saladas de tristeza y alegría?


Tragedias de catastrófica índole: criminales, naturales, políticas, religiosas, premeditadas, inexplicables, etc. Alguien llevará el saldo entre los nacimientos y fallecimientos, unos vienen, otros se van, y los vivientes siguen pendientes de la próxima ola. De ninguna manera el periódico local, la prensa, marcaran en los anexos de la historia, lo que uno ha sentido con el corazón al rojo vivo.


Cada medianoche el año viejo al año pasado, no exageremos con alegría superficial tan solo para decidir el principio de algo positivo. Empieza hoy, empieza ahora mismo y feliz año nuevo para después.



Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Diciembre 15, 2010.

Tuesday, December 14, 2010

Repetición/ contradicción/ contra-adicción


Soy impaciente sin tener personalidad Tipo “A”. Pero bajo el proceso arduo de la vida, la maduración a través de los tiempos, uno llega a medir que tanto vale enojarse por gusto. No me gusta la repetición. Nunca me ha gustado. Cuando estaba practicando en la Academia de Natación José M. Ferreti, repetición era lo único que conocía. Nadaba por horas, vuelta tras vuelta de 25 metros. Estilo libre, mariposa (el peor, el mas difícil), espalda (cuidado con la pared), y pecho (como una rana). Todos los días después de la escuela iba a la academia a nadar. Detestaba a mi entrenador, a quien nunca supimos su verdadero nombre, ya que todos le apodaban “Naranjilla”. Nunca lo vi nadar, pero si sabia explicar y exigir al pie de la letra toda la técnica de todos los estilos. “Naranjilla” era áspero, duro, y siempre llamando la atención a quien se distraía en el momento. Gracias a la personalidad de “Naranjilla”, años mas tarde, logre apreciar su insistencia, y nunca tuve la oportunidad de agradecerle. Quizás alguien le haya llegar el merecido agradecimiento y saludo fuerte. Paré de nadar cuando mudamos, no de casa, o bloque, sino del país, hacia el norte.


Pasó mucho tiempo después de eso que no nadé, sino de vez en cuando en alguna piscina llena de cloro de los hoteles veraniegos. No era lo mismo, no había pasión, no había competencia. Si oía a “Naranjilla”, corrigiéndome la técnica, y veía su cara, a pesar de que no había nadie aparte que mis hermanos.


Terminé la secundaria, hice los estudios universitarios, y me independicé de mis padres al tener mi primer trabajo. Poco ejercicio hacía, y de alguna manera nunca me engordé con esa carne de res llena de hormonas. Descubrí con un amigo al ciclismo, la bicicleta montañera, y me di cuenta que débil era. Los fines de semanas nos íbamos a los bosques, en pleno invierno, hacer ciclismo. Cuando hacia mucho frío, que después resultó ser gran parte del invierno, perdí mucha condición física y empezar en la primavera se hacia muy difícil.


Mi novia, y ahora esposa, trotaba alrededor una pista larga de un cuarto de milla. Vuelta tras vuelta, me le burlaba. Yo no entendía porque la gente se sujeta a dar vueltas para hacer ejercicios. Nunca entendí como los animales no tienen que hacer ejercicio para mantenerse sanos. La primera vez que intenté trotar, apenas pude hacerlo unas tres cuadras. De ahí empezó el bofetón, el reto. Yo creía que siendo ciclista estaría en buena condición física para hacer cualquier deporte. Descubrí al igual que el gran ciclista norteamericano Lance Armstrong, que trotar es mucho más difícil que hacer ciclismo.


Llevo mas de quince años trotando, todas las madrugadas, en cualquier estación del año, incluso en vacaciones al exterior, y no me canso. No repito la misma ruta y aunque al ojo del transeúnte, toda esta repetición pudiera aparecer aburrida. Lo que me distrae al trotar es que la mente se va de viaje mientras el cuerpo marcha. ¿Será así mejor emprender estas tareas, obligaciones, de ausentar el pensamiento y simplemente cumplir?


Me contradigo, y sigo adelante. ¿Y vos?


Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Diciembre 11, 2010, en Baldwin Public Library.

Friday, December 10, 2010

Wiki Wiki Waka Waka Wikipedia Wikileaks

Wiki Wiki waka waka, canta Shakira. Pero no se trata del mundialito de futbol en Sudáfrica. Wikipedia, Wikileaks, y todo el mundo se pone al revés. Secretos, trasmisiones entre embajadores, gente encargada de representar a varias agencias políticas e internacionales. Secreto, secreto, secreto. Código azul, código secreto, código encripto, código interceptado por el espía, por el enemigo, por el, supuesto amigo. No hay mejor entre amigos que revelar unos secretos para forzarlo a uno negarlo, explicarlo, editarlo, o aceptarlo y pagar las consecuencias. No solamente infantes, borrachos y espías dicen la verdad, sino la espada y la bala que trae el dolor entre los poros.

Y todo el derrame de documentos confidenciales se han repartido, y los que tienen tiempo libre, o quieren, fácilmente puede repasar todos los contenido y hacer su propia redacción, su propia revisión. El pasado y el presente esta en nuestras manos, bocas, para ser redactados a nuestro modo, y quien lo crea, tendrá que verificar, si quiere, su veracidad. Otra vez, para el que tiene el tiempo en hacerlo. Esta vida, en estos días fríos de diciembre se acelera hacia el fin del año, propulsados por el estrés de la compra y venta, hay que tener en cuenta lo que importa – la familia y la amistad. Bueno, también la salud, un poco de suerte en el aspecto económico. A cualquiera le puede tocar el uno cada vez que tira el dado.

Estoy pensado que deberíamos tener la moderna versión de los discípulos, o los apóstoles. Cada uno estaría encargado de ciertas cualidades y aspectos que se reciproquen, no se repitan. Sin tener en mente ningún nombre en particular, un discípulo pudiera ser el Cuidador. Otros podrían ser el Apostador, el Educador, Sanador, Proveedor, etc. El discípulo Apostador iría con el poeta norteamericano Charles Bukowksi con cerveza y cigarrillos, si estuviera vivo, al hipódromo. No para apostar a los caballos en la quinta o la sexta o a la quiniela, sino en situaciones que nosotros humanos mismos causamos, como por ejemplo: la duración de una guerra, la reacción a un alza de precio, la capacidad máxima de la cárcel antes de estallar, etc. El Apostador haría menos apuestas con humanos que con caballos, por que nuestra naturaleza y nuestro comportamiento es tan errático e irracional. El Apostador nunca, en un millón de años podría colectar ningún centavo en cuanto se trate a descifrarnos. Si tan poco aprendemos, corregimos y superamos de cada previa generación, que a veces se siente como que la humanidad retrocede en el aspecto emocional. El apostador ni chance tendría reduciendo las probabilidades para ganar de uno a uno, mucho menos con una moneda de caras en ambos lados.

La moderna versión de los discípulos inculcaría valores redentores, pragmáticos, útiles. Nada de atajos, nada de tecnología, nada de delegar tareas. Si seria un gran reto para el apóstol Apostador, pero tendría que confiar en los otro once discípulos, que se encarguen en lo que se destacan.

No habrá secreto con transparencia. Quizás estoy escribiendo tantas estupideces en reacción al frío que me pone de mal humor y no me deja pensar las cosas con claridad. Usted decida.

Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Diciembre 10, 2010, en Baldwin Public Library

Saturday, December 04, 2010

Pintura fresca

Espera a que la pintura se seque antes de tocar la superficie. A menos, que a propósito, quieras hacer una mancha como parte de la escena. Cada madrugada es pintura fresca, todos los colores, todas las posibilidades, todas las oportunidades, se presenta en su infinita profundidad. Todo esto se podrá clasificar como fe en que algo nuevo suceda, para cada viviente: el alegre, el triste, el pesimista, el decaído, el ensimismado y los inmencionables.

Cada mañana antes que sol rompa la superficie horizontal, cada uno de nosotros, respiramos; el corazón late por su propia cuenta. La tierra gira como que nos quiere traer la iluminación a nuestros pies. No tenemos que hacer ningún esfuerzo, tan solo esperando, viene la verdad de la luz a nosotros. Será por eso que días nublados y grises me quitan el ánimo que necesito para mantener ese mismo vigor. Los científicos dirán que se llama falta de vitamina D; yo digo que es falta de vitamina solar. Yo no pudiera vivir en mundo oscuro, como esos que se ven en películas fu turística, como The Matrix. No importaría tener todas las ventajas tecnológicas sino no tengo la luz del sol.

Se que en unos países cerca del polo norte tienen temporadas donde el sol no sale por varios días, varios meses. Todo en exceso sobra, y tampoco soportaría un día iluminado por veinte y cuatro horas. Trataría de dormir con todas las cortinas bien apretadas al marco de la ventana, pero en mi mente sabría que afuera, aun siendo la medianoche, que el sol brilla a todo resplandor. Todo a su medida, los doces meses del año, cuatro estaciones = cuatro temporadas, todo con su principio, transición y final. Cuando se acaba el verano, que acabe por bien, que caigan las hojas de los árboles como los grados del termómetro.

Cada pintor con su cuadro, cada pintor con su tema, cada pintor con sus colores, cada pintor con su brocha y pincel. Cada pintor con su estilo y originalidad. Todos podemos despertarnos al mismo tiempo, pero no sentimos o interpretamos cada mañana de la misma forma. Cada uno de nosotros somos los pintores de nuestras vidas, compuesta de momentos alegres, tristes, de conflictos, resoluciones (medias, completas o inconclusas), metas y tormentas.

Lo fácil de seguir adelante es dejar al destino encargarse de todo. Ningún plan podrá cambiar el camino del sol y agua, todo se abrirá a su tiempo y todo se recalcará con pintura fresca.

Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Diciembre 4, 2010, en Baldwin Public Library.

Friday, December 03, 2010

Periódicos

En la casa donde residíamos, ciudadela Urdesa Norte, en el puerto marítimo, Guayaquil (de mis amores, o también, La Perla Del Pacifico), mi tía abuela leía todos los días, incluyendo los fines de semanas y días feriados, su periódico entregado a domicilio, El Universo. Todas las mañanas ella buscaba la página con los anuncios de los sepelios; ella conocía a muchas personas siendo maestra de escuela primaria y secundaria, antes que asumiera la tarea de criar a mi hermano y yo, mientras nuestros padres forjaban el camino en EEUU. Así como la vida maestra, ella nos llenó con tantos consejos sabios, refranes, enseñanzas, que muchachos adolescentes, en aquel entonces, no llegábamos a entender cosas tan profundas, casi filosóficas.

El periódico con su típico formato como la mayoría en todo el mundo, tenía las más recientes noticias en los titulares con letras grandes en la portada. No importa cual era el tema o el sabor del día: huelgas, protestas, guerras, alza de precios, presidentes, militares, invasiones, resultados de los partidos de futbol, en fin, una cornucopia de eventos. La página editorial estaba escrita como en otro idioma, algo incomprensible para alguien recién aprendiendo a conjugar verbos irregulares, las capitales de los países, los nombres de las grandes cordilleras, ríos y lagos. Mi tía abuela me hacia buscar una aguja en un monte de palabras difíciles, fui así aprendiendo a buscar detalles por todas partes – algo que hoy en día me sirve en la profesión que ejerzo.

El periódico muchas veces refleja varios aspectos de cada uno de nuestras personalidades. Hay gente que prefiere leer la sección de los sucesos y empecinarse para decir que el mundo se acaba mañana. Otros prefieren la fidelidad a un equipo profesional de deportes, y seguir cada partido y cada estadística de los jugadores principales. Hay personas que prefieren reírse y van directos a los cómicos, o los dibujos políticos. Otros leen la bolsa de valores, la sección de negocios: compra y venta, en fin, para todos, de todo un poco. También habían los periódicos que se dedicaban a la crónica roja: fotos de personas ensangrentadas, apuñaladas; cadáveres rodeados de charcos rojos, etc., y esos periódicos se vendían como pan caliente de la tarde. Tenemos una fascinación con malas noticias y accidentes automovilísticos.

Unas personas me critican porque hoy en día leo el New York Times, me llaman liberal, o anti-conservativo, o algo por el estilo. Para mí, el nombrado periódico ofrece tantas opciones, tanta información de interés personal (aunque cabe mencionar que hay días que no me provoca leer nada). Pero también leo periódicos con opiniones diversas, opuestas; quiero saber y entender el argumento del otro lado de la moneda. Hoy en día, por medio del Internet puedo leer periódicos de cualquier país del mundo y enterarme como que si estuviera en el país del acontecimiento, como el reciente rescate milagroso de los 33 mineros en Chile.

Pronostican que los periódicos van a desaparecer, y hay que ver cual es la definición del periódico, si necesariamente tiene que ser impreso en papel, o si se le pueda seguir llamando periódico aunque aparezca en una pantalla que no deja mancha de tinta en los dejos. Noticias siempre habrán, incluso cuando todas las guerras y conflictos se hayan solucionado (eso hay que ver para creer, quizás no en mi tiempo terrestre). ¡Que vivan los periódicos, gracias por buscar la información y hacerla disponible!

Escrito por Dirk Wojtczack Vecilla, Diciembre 3, 2010, en Baldwin Public Library.